La transformación digital con Sap Business One
- 02/11/2018
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La transformación digital en la empresa se ha convertido en una obligación para cualquier compañía que quiera seguir apostando por el futuro. Sin embargo, no siempre se lleva a cabo correctamente y los resultados no son los esperados ¿por qué?
Errores en la transformación digital
- Hacer lo mismo que la competencia. La transformación no ha de llevarse a cabo para superar a otras compañías sino para modernizar la propia y emprender una nueva etapa.
- No escoger opciones personalizables. Los distintos programas existentes se pueden adaptar a diversas necesidades. Elegir mal supone abonarse al desastre y pensar que el esfuerzo económico realizado no ha merecido la pena.
- Esperar resultados en poco tiempo sin hacer otro tipo de cambios. Se busca siempre el retorno de la inversión, el aumento de los beneficios y que todos los problemas de una empresa se solucionen por arte de magia. Quizá no sea tanto un problema de la transformación y sí de seguir haciéndolo todo «como se ha hecho toda la vida» en lugar de apostar también por un cambio en el modelo de gestión.
- No formar correctamente a los empleados. Se intenta ahorrar hasta el último céntimo de euro para empezar a ganar más dinero que nunca. Si un trabajador apenas sabe tres características de los nuevos programas, ¿cómo va a desarrollar todo su potencial y a sacarle el máximo partido a esta transformación?
- Pensar que todo se limita a las redes sociales. Aunque son una gran herramienta que ayuda a vender más, no lo son todo. Es decir, la palabra transformación ha de usarse de forma íntegra y sabiendo siempre que estamos ante un cambio mucho más profundo que abrir un perfil en una red social.
- Invertir lo justo y no actualizar los programas. Parece mejor ahorrar y dejar morir lentamente todo lo renovado que estar siempre en constante evolución. Lo sabemos, esta tarea de actualización cuesta dinero, pero ¿no va a costar más perder el tren del futuro de una empresa?
Los errores más graves
Suele suceder que una vez llevados a cabo los cambios correspondientes, algunos empresarios piensan que ya no hay nada más que hacer. Es decir, los clientes caerán rendidos a los encantos de la renovada empresa y comenzarán a hacer miles de pedidos al día.
Como es lógico, esto no va a suceder a no ser que se intente aprovechar al máximo el inicio de un nuevo periodo empresarial. El marketing y la segmentación de la clientela son fundamentales para comenzar a generar beneficios.
Y para terminar el error más recurrente: hacer todo lo anterior sin tener en cuenta al cliente-tipo de la empresa. Estos cambios se llevan a cabo para conseguir más clientes por lo que son ellos los ejes sobre los que girará la actividad empresarial. En caso contrario, será complicado ver resultados, amortizar la inversión y pensar que ha sido un acierto el renovarse.
La transformación digital es, por lo tanto, una moderna invitación a la reapertura de cualquier negocio. Seguir anclado al pasado o apostar por la novedad depende de cada empresario.
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